Gatos.

Tenemos claro que estos felinos, pese a tener diferentes razas, comparten un tamaño más o menos común. En general pesan entre 2,5 y 7 kg, excepto alguna raza como el Ragdoll o el Maine Coon que puede llegar a pesar los 11kg. Tienen una gran agilidad y elasticidad, lo que les permite dar grandes saltos y pasar por lugares muy estrechos. La esperanza de vida es de 12-14 años para los machos y de 14-16 para las hembras y conservan su energía durmiendo, de hecho, duermen más que cualquier otro animal. Los sentidos del olfato y del oído son muy superiores a los nuestros, pero también cuentan con receptores avanzados de visión, gusto y tacto. El pelaje puede ser de un color, de dos colores, o de tres e incluso cuatro colores sólo en las hembras (si lo presenta un macho es una anomalía que hará que el gato sea, probablemente, estéril).

Cuando nuestro gato llega al año será suficiente con darle de comer dos veces al día aunque si nuestro gato no es muy glotón, lo ideal será dejar la comida a su disposición, pero siempre vigilando lo que come cada día. Debemos asegurarnos que la comida que escojamos para nuestra mascota incluya proteínas, materias grasas, minerales, vitaminas, hidratos de carbono y agua, y podemos optar bien por comida seca, por húmeda o por ambas. Podemos elegir también en función de si nuestro gato es muy glotón (la comida seca le costará más) o si está en el interior o en el exterior (la comida húmeda se puede estropear si la mantenemos mucho tiempo en el exterior.

Verás que tu gato se lame a diario. Esto lo hace para limpiar su cuerpo pero, aún así nosotros tenemos que seguir unas pautas para completar su limpieza. Por un lado, necesitarás un cortaúñas específico para tu mascota, un peine, sobre todo si tu gato es de pelo largo, discos para limpiar sus ojitos (con suero específico o agua hervida una vez esté tibia), bastoncitos para sus orejas. Con estas rutinas, en general, no es necesario bañar a nuestro gato aunque, si tiene el pelo blanco o está fuera de casa podemos bañarlos de vez en cuando para asegurar una buena higiene. Para ello, cepilla a tu gato bien antes de bañarlo, acostúmbralo al agua poco a poco (como jugando con él con un poco de agua o mojando un trapo poco a poco) y utiliza siempre un jabón específico para gatos. Al igual que los perros, mójalo primero, después enjabona con un suave masaje y aclara a tu mascota hasta que no quede nada de jabón. Después, sécalo bien con una toalla seca y un secador con aire tibio y poca fuerza.

En general, las vacunas para los gatos son opcionales pero puedes consultar con tu veterinario si cree conveniente ponérselas o no. Las vacunas para gatos más comunes son la trivalente, que se administra a los tres meses y nuevamente a los cuatro; contra la leucemia, a los tres meses y medio y de nuevo un recuerdo un mes más tarde y la de la rabia al año que se repite de manera anual. Por otro lado, la desparaitación debe hacerse cada 6 meses o cada 3 si el gato está fuera de casa. En general se realiza mediante pastillas orales o pipetas.